Neoliberalismo en Argentina (1989-1995)
El 8 de julio de 1989, asume el poder Carlos Saúl Menem, después de la caótica salida de Raúl Alfonsín de la presidencia. Con un país en medio de un proceso de hiperinflación y con la promesa de una gestión peronista que recompusiera salarios y producción.
En diciembre de ese año se pone en marcha el primer intento para contener la crisis: será el plan Bonex. Una estafa financiera que incautaba los plazos fijos en moneda nacional a cambio de bonos a cobrar a futuro, sobre la base de la moneda dólar. La idea general, era reducir la cantidad de dinero especulativo e impulsar el gasto sobre la economía real. El fracaso fue total.
La hiperinflación se mantuvo en alza, pero el recambio en el ministerio de economía le puso freno: asumía Domingo Cavallo. Ex funcionario de la dictadura militar, hijo de la escuela de Chicago y del consenso de Washington, su figura vendría a poner freno a la subida de precios con una serie de medidas neoliberales que cambiaron de base al país.
HISTORIA DE LAS CLASES SOCIALES EN ARGENTINA
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Pero para entender las posibilidades que tenía el neoliberalismo de ser aplicado en Argentina, debemos comprender el contexto en el cual nos encontramos. Tenemos tres causas principales que hicieron posible su aplicación:
1) La caída del muro de Berlín y la posterior disolución total de la URSS, hicieron que los Estados Unidos se posicionaran como máxima potencia mundial. La victoria en la guerra fría suponía su dominio total sobre las economías del mundo. El capitalismo se expandía por todo el globo y el socialismo tendía a desaparecer como contrapoder. Estas condiciones permitieron dejar atrás los Estados de Bienestar que contenían la amenaza comunista con medidas reformistas de justicia social.
2) A nivel interno, la destrucción de la industria durante los años de la dictadura y del Alfonsinismo, tendrían además como contracara la destrucción del movimiento obrero organizado y capaz de resistir a los embates liberales. La desaparición de toda una generación de revolucionarios, dejaba los sindicatos en manos de burócratas que gestionaban en beneficio de las patronales.
3) La llegada del peronismo al poder brindaba, por su parte, una red de contención a cualquier oposición posible. Los niveles de apoyo y masividad que tenía el justicialismo permitía llevar adelante las reformas profundas que terminaron con el desguace del Estado.
El menemismo se propuso refundar el Estado. Durante su gestión, se aprobaron las leyes de amnistía para genocidas y altos mandos guerrilleros. Esta concepción venía a reforzar la teoría de los dos demonios y consolidar el aparato ideológico de la democracia inaugurada por Alfonsín.
Por otro lado, desde lo económico, se intentaba sentar las bases para una redefinición de los roles del estado. Domingo Cavallo fue la cabeza de esa refundación. Se impuso la ley de convertibilidad que creaba una nueva moneda: el peso sobre la base de los 10.000 australes. A partir de allí, un peso pasaba ser igual a un dólar. Para financiar esta ficción, se inició un proceso de privatizaciones que tenía como objetivo la venta de las empresas estatales al sector privado. Luz, agua, gas, trenes, petróleo, teléfonos y luego correo y aerolíneas fueron vendidos a conglomerados internacionales y a burgueses nacionales. Esto suponía un doble beneficio: achicar las pérdidas de estas empresas y obtener dinero por ellas para financiar el 1 a 1. El proceso termino en casos de corrupción y una fuga de divisas impresionante.
Las bases del nuevo país quedaron escritas en la reforma de la constitución de 1994 en donde se establecía la reelección y mandatos de 4 años, una serie de derechos de pueblos originarios que nunca se cumplieron, y las bases para la descentralización de la educación, salud y seguridad; entre otras.
El aparente orden y prosperidad que había traído la gestión de Cavallo a la economía comenzaba a resquebrajarse. En las privatizadas se inició un proceso de despidos masivos al igual que en el sector estatal. El malestar de ex ferroviarios, petroleros, empleados públicos y demás gremios, se expresó en distintas acciones de lucha como lo que fueron los sucesos de la ciudad de Santiago del Estero donde se levantaban contra los despidos. Más tarde, los piquetazos en Cutral Co y Plaza Huincul en donde la desocupación llegaba al 30%. Hasta la CGT tuvo que comenzar a movilizarse ante la paulatina aparición de centrales sindicales que le empezaban a hacer competencia como la CTA o los MTE.
El 8 de julio de 1995, Carlos Menem asumía su segundo mandato constitucional y la crisis del neoliberalismo comenzaría a demostrar que en la Argentina había problemas profundos y estructurales que el capitalismo no podía resolver.
Pablo Javier Coronel
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Podés mirar el video "Neoliberalismo en Argentina" en: https://www.youtube.com/watch?v=0zoBgvHrZ0I
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