6 dic 20233 Min. de lectura

A 45 años del Referéndum ¿Cómo se aprobó la Constitución Española de 1978? | Huellas de la Historia

El 6 de diciembre de 1978 es una fecha que quedó marcada en la historia de España por ser el día en el que se llevó a cabo el referéndum para la aprobación de la Constitución de 1978. Este evento tuvo un gran impacto en la sociedad española, ya que supuso la consolidación de la democracia y el fin de un período de inestabilidad política.

Antes de la aprobación de la Constitución, España había vivido una larga etapa de dictadura bajo el régimen franquista. La muerte del dictador Francisco Franco en 1975 abrió la puerta a un proceso de transición a la democracia, que se caracterizó por la convivencia de diferentes fuerzas políticas con el objetivo de construir un sistema político estable y duradero.

El referéndum del 6 de diciembre de 1978 fue un momento crucial en ese proceso de transición. En él se sometió a votación popular el texto de la Constitución, que había sido redactado por una asamblea constituyente integrada por representantes de todos los partidos políticos y fuerzas sociales. El resultado fue abrumadoramente favorable a la aprobación, con más del 88% de los votos.

La Constitución de 1978 estableció las bases para un Estado social y democrático de derecho, que se rige por la separación de poderes, la protección de los derechos fundamentales y el respeto a la diversidad territorial y cultural. Este texto ha sido considerado por muchos como uno de los mayores logros de la democracia española, ya que ha permitido la convivencia pacífica y la estabilidad política durante más de cuatro décadas.

El referéndum del 6 de diciembre de 1978 también fue un hito en la historia del derecho constitucional en España, ya que estableció el mecanismo de la consulta popular como una vía legítima para la aprobación de las leyes fundamentales. Desde entonces, se han celebrado varios referendos en España, sobre temas como la entrada en la Unión Europea o la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

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El referéndum del 6 de diciembre de 1978 en España fue un momento clave en la historia del país, ya que supuso la aprobación de la Constitución de 1978 y el inicio de una etapa de estabilidad y consolidación de la democracia. Este hito ha sido recordado y celebrado en múltiples ocasiones, como un símbolo del compromiso de la sociedad española con los valores democráticos y los derechos fundamentales. Sin embargo, no podemos soslayar que la continuidad monárquica supone un freno para el pleno desarrollo de la sociedad hacia un futuro completamente igualitario en donde los valores democráticos sean completos. Entre las críticas que se le hacen podemos ennumerar:

Falta de transparencia: La opacidad en las finanzas de la monarquía ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores. En particular, ha habido denuncias sobre la falta de claridad en el uso de los fondos públicos destinados a la Casa Real, y sobre la posible evasión fiscal de algunos miembros de la familia real.
Escándalos de corrupción: En los últimos años, ha habido una serie de escándalos de corrupción que involucran a miembros de la familia real y personas cercanas a ellos. En algunos casos, se ha acusado a miembros de la familia real de utilizar su posición para beneficiar a empresas o individuos en detrimento del interés público.
Falta de representatividad: Como se ha mencionado, una de las críticas más comunes a la monarquía en general es la falta de legitimidad democrática. En el caso específico de España, algunos críticos argumentan que la monarquía no representa adecuadamente a la sociedad española, y que su papel en la política y la sociedad es cada vez más irrelevante.
Represión del independentismo catalán: En los últimos años, la actuación de la monarquía en relación con el conflicto político en Cataluña ha sido objeto de controversia. Algunos críticos acusan a la monarquía de no ser neutral y de apoyar abiertamente la posición del gobierno en detrimento de los derechos de los catalanes.

Existen defensores de la monarquía que argumentan que esta forma de gobierno es necesaria para mantener la estabilidad y la unidad. Es un debate abierto en el país. Estas críticas muestran que el régimen monárquico español actual no es inmune a la controversia y la crítica, y que existe un debate activo sobre su papel y relevancia en la sociedad española. Pablo Javier Coronel