Viajando por el mundo
La ilustración da para mucho, para entenderla desde sus debates y nuevas perspectivas, para verla desde los hombres de las letras y para comprender como las clases populares aparecieron en escena para modificarla. Visto todo esto en los artículos anteriores, nos vamos a alejar un poco de Europa. Porque ciertamente la república de las letras era principalmente europea, pero seamos claros, Europa no es una isla, no vive aislada del mundo. Mucho más lejos de lo que a cualquier europeo le hubiera gustado admitir, no solo la ilustración si no casi todos los grandes periodos de pensamiento del viejo continente siempre estuvieron en directa vinculación con su relación con lo demás continentes.
El pensamiento Europeo desde siempre se definió por su contacto con sus vecinos. Ya Heródoto padre de la historia como algunos le dicen, veía en los griegos como la medida justa y exacta entre las formas de sociedad, comparándose con sus vecinos. Esta práctica fue común a lo largo de gran parte de la historia europea. No hay que ser irreales, después de todo casi todos los pueblos de la historia se creyeron ser los superiores y con ello se comparaban con sus vecinos.
Entonces si hay un evento que cambio la historia europea fue el descubrimiento de América. Para ellos claramente el ir explorando un continente, no solo les produjo cambios sociales y económicos si no también fuertes cambios culturales. Ya desde los inicios, los contactos con los nativos americanos produjo ideas sobre como era la naturaleza humana. El europeo se encontraba otra vez en el medio. Desde 1492, se sabía que no se era tan salvaje como un americano caníbal pero tampoco tan terriblemente organizado y totalitario como el mundo “oriental” o sea el mundo islámico y como ejemplo máximo China.
La idea de este punto medio siguió hasta la ilustración. Pero si ya habíamos dicho antes en otros artículos que el siglo XVIII era un siglo en movimiento dentro de Europa, también se lo puede ver en el resto del mundo. Aparecían todo tipo de viajes nuevos (con ideales siempre imperialistas), los “científicos” por ejemplo, o también los comerciales. No por nada aparecen las famosas “Compañía de las Indias Orientales y occidentales” tanto inglesa como holandesa (en este caso ahora se conoce, nada más ni nada menos, que como la Shell). Que se caracterizaron por tener un poder increíble, tanto comercial como militar, y también por ser las primeras Sociedades Anónimas de la historia. Ya acá podemos ver como las concepciones juegan con las cabezas de los europeos. Un alto funcionario de la CIO inglesa era nada menos que Adam Smith uno de los tantos precedentes directos de la ilustración como la conocemos. Es que los viajes ayudaban a pensar nuevas cosas. ¿Pero sobre que? No sobre América o Asia, si no sobre su misma sociedad. Montesquieu analiza en sus “Cartas Persas” al absolutismo francés equiparándolo con el supuesto totalitarismo asiático. Lo mismo Rousseau cuando analiza los nativos americanos como los salvajes felices. Lo hace para criticar de la naturaleza humana y criticar la propiedad privada.
Los ejemplos son muchos, todos los autores usaron textos escritos miles de kilómetros de Europa, para hablar de la vuelta de la esquina. De esto nacen los conceptos que son tan importantes en la ilustración. La idea de tolerancia, seria imposible sin conocer tantas nuevas formas de religión, la idea de contrato social, sin conocer tantas formas nuevas de gobierno y podríamos seguir. Pero como ya hablamos en un viejo artículo, los viajes influenciaron en estos conceptos también desde las clases bajas y casi marginales como los piratas. Lo divertido es cuando las cosas se contradicen. Si bien ya dijimos que no es producto directo, si entendemos que en la Revolución Francesa, se mostraron muchos de los conceptos ilustrados. La libertad y la igualdad son algunos de ellos. Los esclavos de Haití entendieron que la cosa iba en serio y se plantearon ¿Si hay libertad e igualdad en toda Francia porque no también en sus colonias? Así nació la primera independencia americana. De este famoso hecho se sabe que Hegel pensó su dialéctica del amo y del esclavo.
Cuando los viajes reales terminaron, muchos autores reconocidos aprovecharon estas experiencias para mostrar sus pensamientos en viajes imaginarios. “Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift, es una critica despiadada a toda la burguesía y aristocracia inglesa y “Las aventuras de Robinson Crusoe” de Daniel Defoe es un planteo de la supremacía transformadora burguesa.
Como vemos entonces la ilustración no solo fue un pensamiento europeo, se nutrió de las experiencias continentales y seguramente más de un nativo americano, africano o asiático, influyó tanto en los valores ilustrados como Kant o Montesquieu. El mundo conoció a Europa una y otra vez, como también este continente al resto del mundo y en ello aparecieron muchas nuevas formas de pensar. Irónicamente si algo salió del contacto europeo con varias partes del mundo, es lo contrario a la supremacía de la razón, la igualdad y la tolerancia.
Federico Angelomé
Bibliografía utilizada:
Paredes, Rogelio: Pasaporte A La Utopía: Literatura, Individuo Y Modernidad En Europa (1680-1780), Buenos Aires, Miño Davila: 2004