Ilustrando la Ilustración
¿Qué es la ilustración? Si le hacemos esa pregunta a Kant nos respondería “La ilustración es la salida del hombre de su auto-impuesta minoría de edad.” Pero si se lo preguntamos, no sé, a un chico de primer año del secundario, no nos podría decir mucho. Sin embargo, esto no es así; de hecho la pone en práctica todos los días de su vida. ¿Por qué es esto? Porque la ilustración es el movimiento filosófico que, en la primera mitad del siglo XVIII, construyó muchos de los conceptos que nosotros damos por hechos en el día a día. Voltaire, Diderot y d'Alembert no sólo plantearon las bases políticasmodernas sino también conceptos esenciales en la actualidad: igualdad, justicia y, sobre todo, RAZÓN.
Entonces nos encontramos con un panorama medio pesimista. Pensar que los grandes valores de nuestro tiempo son creados en la primera mitad del siglo XVIII por un par de franceses pensantes nos puede llevar un poco a la frustración. Pero la cosa es más compleja: No podemos entender que un día se despierta Voltaire y en un sueño se le ocurre la separación de los poderes en un Estado. Todos estos pensamientos son siempre productos de procesos tanto filosóficos como históricos.
Desde el 1500 la modernidad cambió mucho a la sociedad y a los pensadores europeos: la centralidad del poder dió origen a los Estados modernos y con ello a las primeras teorías acerca de ellos. También hay que entender que no es que los pensamientos de la ilustración nos llegaron idénticos a como los pensaron estos “intelectuales” franceses.
Sobre esto último hay muchas discusiones. Originalmente, el pensamiento sobre la ilustración planteaba una relación directa entre pasado y presente: La ilustración creó un pensamiento nuevo y moderno, ésta influyó a la Revolución Francesa y con esta revolución se creó un mundo regido por la libertad y la igualdad, que es el mundo de la burguesía. Esta posición fue defendida por los grandes pensadores del siglo XIX (como el afamado Alexis de Tocqueville) y hasta por las tradiciones marxistas clásicas, interpretando la ilustración como fomentadora de todo tipo de revoluciones. Con la llegada del nazismo, este supuesto panorama burgués amante de la libertad y la razón, parece resquebrajarse. En ese momento aparecen las segundas interpretaciones que parten de la famosa escuela de Frankfurt. Estos pensadores plantearon una sucesión parecida, pero con un final un poco más trágico. La ilustración había influido en la Revolución Francesa, pero el mundo que dejaron fue el culpable de las atrocidades como las de Hitler. En sí la Ilustración había derribado los mitos para transformarse en uno nuevo que justificaría nuevas atrocidades.
Pero los autores más recientes proponen un panorama un poco más complicado. Plantean que si se analiza un poco a los ilustrados, no se observa en ningún lugar un justificativo de la Revolución Francesa; sus ideales están bastante lejos de plantear cualquier revolución. Pensaban en una sociedad distinta, incluso nueva, pero desde cambios graduales y "desde arriba". Pero entonces, ¿no era que sí había influido un montón en nuestra vida actual? Efectivamente fue así, pero no tan directamente como se creía o con tanto protagonismo de los pensadores de Francia. Y es entonces que los historiadores nos ponemos a trabajar. Porque la ilustración aparece como un panorama muy complejo en donde las discusiones internacionales, los pasos de conceptos e ideas entre las clases populares y las altas, y los debates políticos se alzan en toda Europa.
Federico Angelomé