A 45 años ¿Cuál Perón?
El 12 de Octubre de 1973 asume como presidente por tercera vez Juan Domingo Perón. Después de 18 años de exilio el líder depuesto en 1955 vuelve al sillón de Rivadavia. Lo que parecía ser el comienzo de la revolución de liberación nacional para los militantes de la juventud, término siendo el comienzo de la represión final para las tendencias más izquierdistas de su movimiento, así como de los sectores más combativos del sindicalismo.
Durante el exilio, el general, buscó las formas de motivar a las diferentes tendencias dentro de su movimiento para que presionen a los diferentes gobiernos que se sucedieron (con un cierto impasse durante el gobierno de Frondizi). Tanto a izquierda como a derecha, Perón, puso sus fichas en ambos lados de la ruleta. Podemos recolectar un sin número de expresiones vertidas a sectores asociados a la juventud y a las tendencias de izquierda.
En una carta a la Juventud Peronista en 1963 expresa que “el problema argentino es un problema de generaciones: la vieja generación demo-liberal burguesa que puja por subsistir y la nueva generación evolucionista que anhela imponer otras formas de vivir y progresar” dejando en claro su apoyo a la tendencia juvenil. Y continúa Perón, “El futuro es de la juventud y si no mediaran otros factores, la supresión biológica aseguraría el triunfo a los jóvenes. Sin embargo, hay que acelerar el proceso, porque la evolución del mundo no espera” (Ver documento completo).
Para 1970, el líder, radicaliza su discurso:
“’Ustedes son las guerrillas que vienen a combatir a los que nos quieren vender la muerte climatizada con el rótulo de porvenir’, decía un famoso letrero en el barrio Latino de París en mayo de 1968. Yo puedo decirles a ustedes lo mismo, con la exhortación más firme para que sigan adelante persuadidos de que cuanto hagan por la Patria ahora, le será agradecido por los argentinos del mañana” (Leer Documento completo)
En este espiral discursivo en ascenso es que se llega a las puertas de 1973. El FREJULI logra la victoria en las elecciones de ese año con Cámpora como presidente. Se inicia entonces un proceso de ascenso de la juventud que se siente victoriosa. Comienzan a exigir el cumplimiento de las consignas revolucionarias por las cuales murieron muchos militantes durante los años dictatoriales. Sin embargo, desde el exilio Perón comienza a sentir que su movimiento se sale del cauce del peronismo. Con sus expresiones comienza a desmarcarse de la izquierda peronista y demostrar su apoyo a las tendencias conservadoras y burocráticas. La Masacre de Ezeiza demuestra el silencio del líder sobre el hecho y su posterior posicionamiento expresado aquí en algunas líneas:
“Hay que volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia. En la función pública no ha de haber cotos cerrados de ninguna clase y el que acepte la responsabilidad, ha de exigir la autoridad que necesita para defenderla dignamente”
“Estamos viviendo las consecuencias de una posguerra civil que aunque desarrollada embozadamente no por eso ha dejado de existir, a lo que se suman las perversas intenciones de los factores ocultos que desde las sombras trabajan sin cesar tras designios no por inconfesables menos reales”
“Los peronistas tenemos que retomar a la conducción de nuestro Movimiento, ponerlo en marcha y neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo y desde arriba. Nosotros somos justicialistas, levantamos una bandera tan distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes. No creo que haya un argentino que no sepa lo que ello significa. No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina y a nuestra ideología”
“Somos los que las veinte verdades peronistas dicen. No es gritando la Vida por Perón que se hace patria, si no manteniendo el credo por el cual luchamos. Los viejos peronistas lo sabemos. Tampoco lo ignoran nuestros muchachos que levantan banderas revolucionarías”
Los que ingenuamente piensan que pueden copar nuestro Movimiento o tomar el poder que el pueblo ha reconquistado se equivocan.
“Por eso deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los estamentos populares o estatales que por ese camino van mal. Así aconsejo a todos ellos tomar el único camino genuinamente nacional: cumplir con nuestro- deber de argentinos sin dobleces ni designios inconfesables”
Lo que aquí se observa es un Perón que intenta sentar las líneas de lo que será su gobierno. Nadie podía imaginar un gobierno que no fuera represivo si escucha o lee este discurso. El tercer gobierno de Perón se basó en reconstruir las bases del Pacto Social característicos de la ideología peronista. Es decir, una sociedad integrada bajo el arbitraje de un “Estado de Bienestar” que interviene para nivelar el reparto de riquezas. Este nuevo gobierno además se abocó a perseguir, reprimir y eliminar a la tendencia de izquierda dentro de su movimiento.
El 12 de Octubre de 1973 puede ser tenido en cuenta como un momento en que se abren las puertas para el desenlace final entre de la lucha de clases en la Argentina. La Alianza Anticomunista Argentina (AAA) sentó las bases de la represión en ese mismo año y el reingreso de las fuerzas armadas en 1975 en la represión interna durante el gobierno de Isabel Perón. La dictadura vino a profundizar a nivel estructural la redefinición de las relaciones sociales que preparaba la Argentina para el mundo globalizado que se proponía construir Estados Unidos y la burguesía local.
Pablo Javier Coronel
Fuentes:
Perón habla a la Juventud Peronista (5 de junio de 1963)
Carta de Perón (J.D. Perón, 1970)
Discurso de Perón (1973)