La República Romana
En el siguiente artículo se llevara a cabo una descripción de los aspectos políticos, sociales y económicos que se llevaron adelante en el periodo republicano de la civilización romana, desde fines del siglo V a.C. hasta fines del siglo I a. C. Estos tres ejes se entrecruzan constante y necesariamente a lo largo de los siglos republicanos, por eso se realizará una reflexión que abarque los tres aspectos a desarrollar.
Las contradicciones en el seno de la sociedad romana decantan en una larga lucha de reivindicaciones sectoriales a finales del siglo V y comienzos del IV. Estos dos sectores integrantes de la sociedad eran los llamados patricios (patres) y plebeyos (plebs). Los primeros ostentaban el poder real sobre las instituciones (magistraturas, el derecho y prácticas religiosas) romanas y representaban el estamento aristocrático, mientras que los segundos se encontraban discriminados de la participación pública y de las decisiones gubernamentales. Cuando la hegemonía de los sectores patricios es contestada por los sectores excluidos, en un contexto de crisis económica, los patricios reaccionan desarrollando un código aristocrático. De esa manera, justificaban su preeminencia, basada en una superioridad político-moral, y tendían hacia una casta cerrada mediante la prohibición de matrimonios con sectores fuera de su círculo. Este proceso es llamado “serrata” donde el patriciado se conforma en un círculo cerrado para fijar a los miembros de la élite, cristalizando este proceso con la creación de la Ley de las XII Tablas. El resultado de la serrata es cerrar el acceso de los no patricios pudientes y con aspiraciones y acercarlos a sectores plebeyos, conformando así el verdadero conflicto patricio-plebeyo.
La plebe surge como un grupo organizado conscientemente para hacer frente a una situación de crisis, desde comienzos del siglo V. estaba formado por una masa de pequeños y medianos campesinos, a los que luego se sumarian comerciantes y artesanos urbanos. La primera organización plebeya surge como una forma de protección y de defensa ante el exclusivismo patricio. Además de este conflicto social, otro factor influyente fueron las luchas de Roma frente a las presiones militares en el Lacio. Estos enfrentamientos llevaron aparejados una grave situación de pérdidas de tierras y deudas. La situación militar es indisoluble de los conflictos con los patricios debido a la conformación hoplitica (en términos griegos) del mismo. En el año 493 el movimiento plebeyo se asienta en el monte Aventino dando forma a una construcción urbanística destacando sus propios santuarios plebeyos como el Ceres, Liber y Libera. Allí se comienza a reunir la asamblea de la plebe dirigida por los tribunos. En ese mismo año, se produce la primera secesión masiva plebeya creando importantes repercusiones sobre la capacidad militar romana. La conflictividad social giraba en torno al problema de las deudas y la tierra. A principio del siglo V existía una organización propiamente plebeya, con su asamblea y sus magistrados. En un principio pretendían resguardar los intereses económicos y la nueva organización plebeya, pero más tarde los individuos con más recursos y capacidad política ejercían el liderazgo como tribunos e iban forjando su condición de élite plebeya. Tras las XII Tablas en el 450 se desarrolla esta elite de la plebe, que demuestra su capacidad militar en diversos conflictos externos.
Esta nueva élite plebeya es la que va a llevar adelante las reivindicaciones ante los cuerpos patriciados que llevan adelante el gobierno de la ciudad. Estas reivindicaciones tienen que ver con ciertos puntos en concretos como ser el problema agrario en la inequitativa distribución de la tierra, las deudas que ello desencadenaba que tomaban forma en la relación del nexum (campesinos arruinados pedían créditos ofreciendo como garantía su cuerpo). Una vez planteado el reclamo plebeyo comienza una nueva etapa de discusiones políticas donde tenemos como antecedente el plebiscito Canuleyo del 445 que anula algunas prohibiciones de las XII Tablas. Comienza así una serie de concesiones políticas que desembocan en las Leyes Licino-Sextias del 376 después de una serie de agitaciones de la masa plebeya. Algunas de estas concesiones fueron la inclusión de tribunos militares.
En el año 376 se aprueban un conjunto de leyes impulsadas por los tribunos Licino Estolon y Sextio Laterano. Este cuerpo de leyes se conformaba por una Ley sobre deudas que favoreció realmente a las clases más postergadas reduciendo los montos de las deudas y dando facilidades de pago, una Ley agraria que establecía un límite legal de 500 yugadas para la ocupación del ager publicus ( espacio público) es preciso destacar que no contiene ningún criterio sobre la distribución de la tierra pero si permite la ocupación de la tierra tanto por patricios como plebeyos; y por ultimo una Ley consular que establecía el acceso de los plebeyos al consulado. Se produce entonces una disminución de la influencia del tribunado de la plebe al poder incorporar miembros al magistrado patricio y las élites plebeyas se amalgaman a las nobilitas. Las confrontaciones políticas van llegando a su fin la aprobación de la Lex Publilia y Lex Hortensia que completaban el proceso político de reivindicaciones permitiendo que las rogatio plebeyas no necesitaran aprobación del senado en primera instancia y luego dando forma de ley a los plebiscitos del tribunado de la plebe en el año 287.
La expansión de Roma hacia la península itálica en el siglo III a.C. determinó una nueva conformación en el orden social romano. El esquema arcaico de nobleza-pueblo deja de ser significativo en esta nueva etapa debido a la incorporación de nuevos territorios, pueblos y culturas. Esta población diversificada se vio aglutinada en un orden social aristocrático. La estructura de la sociedad romana quedo marcada por una estratificación diferente. Las relaciones estaban determinadas por criterios tales como los privilegios de sangre, así como también las capacidades personales entorno a la propiedad fundaría y el dinero. Además de los detentores del derecho de ciudadanía. Encontramos así pues una aristocracia dividida entre una alta nobleza descendiente de importantes linajes (Fabii, Aemilii, Cornelii, etc) y los senadores dirigentes. Esta posición rectora se basaba en una alta concentración económica en la posesión de la tierra y en el comercio. En esta etapa se consolida el arco conformado por artesanos y comerciantes producto de la gran demanda estatal hacia estos sectores debido a la gran actividad bélica de ese entonces. La gran mayoría de la sociedad romana se componía de campesinos, cuya división social incluía desde los propietarios acaudalados hasta los trabajadores agrícolas y clientes. Por debajo de estos sectores se incluyen los sectores esclavizados producto de las grandes expansiones.
A partir del siglo II a.C. se da en Roma un cambio significativo de estructura producto de la victoria de la Segunda Guerra Púnica. Se había convertido en un imperio mundial cuya estructura económica y orden social quedaban sometidos a las nuevas condiciones y bajo estas acusaban una complejidad hasta ahora conocida. Al mismo tiempo esta rápida mutación coloco a la ciudad ante una crisis social y política que iba a provocar un estallido en la sociedad romana.
La estratificación social era bastante diversificada: el ápice de la sociedad aparecía constituido por la aristocracia senatorial (senatorius), con sus privilegios en la directiva política. Una segunda élite se constituía por los caballeros (équites), se trataba de grandes propietarios ricos, empresarios y banqueros. En las numerosas comunidades de Italia y las provincias existía una capa alta local compuesta principalmente de propietarios rurales que podían variar mucho de una ciudad a otra. También había una gran masa de campesinos que contaban con el derecho de ciudadanía. My desfavorable era la situación de la aplastante masa de socii itálicos y de población provincial que no disponían de la ciudadanía romana y que sobre ellos pesaba el poder de sus amos y del estado romano. Por último encontramos las grandes masas de esclavos que no poseían derechos personales y eran brutalmente explotados en las plantaciones y las minas. Ante este vertiginoso proceso de diferenciación social, se desataron fuertes conflictos entre sectores cada vez mas distanciados entre sí. La consecuencia de todo eso fue la crisis que la sociedad romana hubo de afrontar con guerras civiles y revueltas que agotaron a la República.
Así entonces, a mediados del siglo II a.C. se comenzó una etapa de fuertes contradicciones que desembocaron en el conflicto constante en el seno de la República. En esta etapa (desde las primeras sublevaciones esclavas en el 135 hasta el fin de la República en el 31/27) encontramos tres focos de conflicto:
-Las sublevaciones esclavas que surgieron como reacción de las clases más oprimidas y que se repitieron a los largo de los años como los sicilianos en 135, el de Aristonico y el más pesado para el estado romano, el de Espartaco en el 74.
-Los levantamientos de los socii itálicos en busca del derecho de ciudadanía que fue otorgado de manera paulatina
-Conflicto dentro del cuerpo ciudadano romano, el más grave de los demás y que llevo a la disolución de la Republica debido a la polarización y la división política en el grupo de los optimates y los populares. Este conflicto se inicia con el tribunado de Tiberio Graco y la serie de reformas que impulsa para alivianar la tensión surgida en los sectores plebeyos como la distribución de la tierra y la prohibición de venderla. Su hermano Cayo continúa con estas políticas luego de su muerte y se gana el apoyo popular. Estas políticas suscitan el encono del resto de la aristocracia que pretende conservar sus derechos. Tras el asesinato de Cayo, se erige Mario como uno de los nuevos referentes más relevantes que introduce una reforma en el ejercito permitiendo el reclutamiento de proletarios carentes de toda propiedad a quienes armaría el estado y les concedería una propiedad a la hora del retiro. Esto genera la aparición de múltiples caudillos militares que se hacen de un ejército para expandir el imperio y contar con apoyo popular. Así surge un contrincante para Mario, Sila que contaba con el apoyo del grupo optimate desencadenando una guerra civil la cual sale victorioso. Desde esta guerra civil pudo entreverse cuál sería el futuro de Roma para superar la crisis, la gran polarización de la sociedad requería de un régimen monárquico que uniera los intereses de Roma por sobre las disputas políticas. El ascenso de Cayo Julio Cesar al poder y la posterior aparición de Octaviano fueron dando forma a la nueva organización que tendría el estado romano. Organización que se consolida luego de la batalla de Actium donde Octavio vence a su oponente Marco Antonio e instaura la Monarquía.
Pablo Javier Coronel