ISIS y la "Primavera Árabe"
Los regímenes que entraron en crisis a partir de proceso conocido como “Primavera Árabe” en 2011, estaban caracterizados por mantenerse a partir de la “democracia del pan” (Sadiki; 2009), un pacto tácito entre la población y el grupo gobernante. Pacto mediante el cual el régimen se mantenía a partir de la redistribución de los ingresos económicos, en forma de servicios, educación y salud, lo que Sadiki define como “pan”. La violencia era insuficiente para mantener estos gobiernos, por lo que la negociación entre las partes era necesaria. Las medidas tomadas en los noventa, basadas en los programas de ajuste del FMI, formaron un caldo de cultivo que explotó con la crisis financiera del 2008, manifestada en una mayor pobreza de la población, una profundización de la corrupción y la falta de libertades, entre otras cosas.
Los sucesos del 2011 en los cuales la mayoría de la población sale a la calle a protestar por esta situación, desembocan en la caída de varios gobiernos tal es el caso de Egipto, Libia, Túnez. Otros sin embargo, como los países del Golfo miembros de la CCG, pudieron leer a tiempo la coyuntura y tomaron rápidamente medidas para poder protegerse y no terminar como sus vecinos.
La discusión en torno a estos sucesos y su relación con la democracia deviene de la idea de que en el mundo árabe no es posible el desarrollo de estas como si lo fue en occidente. Conesa en la cita plantea que no es posible el desarrollo de estas en las sociedades de Medio Oriente ya que el Estado no tiene la característica de ser secular. Sin embargo, a partir del análisis de Ayubi y de los debates vistos en las diversas clases, se debe pensar al Islam, religión dominante en la región, como un corpus diferente al corpus político. La falta de desarrollo de la democracia en estos estados no está relacionada con la religión, sino con el camino que siguieron en el desarrollo capitalista después de las independencias. La religión sí atraviesa a la sociedad, pero a partir de las posturas de los post islamistas, se puede pensar como la formación de la sociedad civil religiosa, en donde el hombre y sus relaciones políticas están por sobre lo religioso, se puede desarrollar la idea de ciudadanos, en donde la participación activa de estos no esta condicionada por la existencia de lideres clericales.
Ayubi explica que en esta región, a diferencia de los países centrales donde hubo un desarrollo capitalista diversificado, que posibilitó el desarrollo de una estructura social compleja con diferentes facciones de la burguesía que competían en el espacio político; luego de las independencias se formaron estructuras estatales en donde estas hegemonizaron el control de las actividades económicas, en el espacio publico. La poca complejización de la economía, imposibilitó la formación de diferentes ramas de la burguesía que buscaran competir con la que se encontraba en el gobierno. La burguesía dominante se encontraba ramificada en la estructura estatal, por lo que no buscaba liberalizar políticamente al estado para conseguir beneficios, puesto que ella lo controlaba.
Con respecto al resto de la sociedad, el Estado mantenía una relación en la que se combinaban las características de los modelos estatales policial y de bienestar. A partir de los ingresos que percibe, principalmente de la venta de petróleo, lo redistribuye en los diferentes sectores de la sociedad. De esta manera, a partir del otorgamiento de diversos subsidios a la población, la clase gobernante mantiene una relación de negociación y reconciliación con esta en donde a cambio de los subsidios, la sociedad acepta de algún modo mantenerse pasiva en las dinámicas políticas.
Las manifestaciones pacificas y espontáneas de la población en 2011 no necesariamente puedan caracterizarse por la búsqueda de una apertura política, lo que se buscaba era una mayor redistribución de los beneficios económicos a la sociedad. En estas ni los partidos políticos ni los movimientos islámicos habían logrado intervenir profundamente. Los manifestantes habían logrado también, a partir de no darle relevancia, que Al-Qaeda interviniera con su programa de lucha armada. Sin embargo, el discurso estaba volando en la sociedad. Viendo que los cambios sufridos en los regimenes no habían logrado cambios positivos en la sociedad, esta terminó desilusionada políticamente, por lo que retomó el discurso de lucha armada ahora en manos del Estado Islámico. Sin embargo, estos no son organizaciones hermanas, tienen objetivos parecidos pero son independientes. Su modus operandi no es el mismo, tal como describe Cronin.
La irrupción de esta organización en la región revolvió el tablero regional e internacional. Su objetivo, “revivir los principios verdaderos del Islam a través de la consagración de un sistema de califato islámico” (Tareq; 2014) aplicado a través de un programa mucho mas brutal que el de Al-Qaeda, llevó a las potencias a intervenir para frenar su expansión. El desarrollo y las características que posee lo diferencian de las demás organizaciones terroristas.
Al analizar el fenómeno del ISIS, novedoso en la geopolítica actual, se deja al descubierto el debate acerca de su caracterización como organización terrorista. Por un lado se encuentra el análisis de Cronin en el que compara a Al-Qaeda y al ISIS, llegando a la conclusión de que el ISIS no es una organización terrorista, debido a que no cumple con las características de estas: grupos pequeños, sin poder sobre un territorio y la imposibilidad de enfrentar a las fuerzas militares. Por el otro lado, se encuentra el análisis tanto de Khalaf como el de Tareq, que plantean al ISIS como un actor no civil en el caso del primer análisis, y como un actor no estatal como en el caso del segundo. Los dos comparten la idea de que esta organización con su estructura compleja, su relación con el territorio y la población en la cual se encuentra asentada y los objetivos, tiene el poder suficiente para formar un Estado. En ningún momento hacen mención del ISIS como una organización terrorista. Sin embargo, a pesar de no estar consensuado lo que es el terrorismo, se pueden tomar ciertas características comunes a todas las definiciones tratadas por Kreibohm para poder definir al ISIS como una organización terrorista, más allá de la estructura y los alcances que posea. Estos cuatro caracteres básicos comunes a diferentes definiciones son: el uso sistemático de la violencia extrema y de las amenazas(las decapitaciones, los atentados); la actuación de individuos armados contra victimas civiles no armadas y desprevenidas(los ataques a comunidades civiles); la existencia de una ideología que sostenga este accionar(el islamismo mas extremo) y, la utilización simbólica y propagandística de las acciones de terror que lleva a cabo(los videos, las ejecuciones publicas entre otros).
Erika Rodríguez
Bibliografía Utilizada:
-Kreibohm, Patricia (2005), “El Terrorismo contemporáneo como problema teórico: categorías de análisis, debates e interpretaciones”. En: Terrorismo Siglo XXI, Universidad de Mar del Plata, pp. 7-40.
-Osman, Tareq (2014), “La paradoja de Daesh y la desilusión política” en Deciphering Daesh: Origins, Impact and Future, Al Jazeera Center forStudies.
-Foley, Sean (2012), “Los Estado del Golfo y la Primavera Árabe de 2011”, Foro Internacional, vol.2, Nº2, enero-marzo, pp. 488-509.
-Cronin, Audrey Kurth (2015), “El Estado Islámico no es un grupo terrorista: por qué el contra-terrorismo no va a frenar a la nueva amenaza jihadista” en ForeignAffairs, Vol. 94, N°2.
-Sadiki, Larbi (2009), “Los catalizadores desde abajo: transición democrática y revueltas del pan” en Sadiki, L., Rethinking Arab Democratization: Elections without Democracy, Oxford: Oxford University Press, Cap.5. (Traducción por Mariela Cuadro).
-Ayubi, Nazih (2000) Perspectivas de democracia: ¿contraataca la sociedad civil?, en Política y sociedad en oriente próximo: La hipertrofia del estado árabe, Barcelona, Bellaterra, pp. 575-646.
-Conde, Gilberto (2012): “Los movimientos populares árabes de 2011 y su significado histórico”, en Mesa Delmonte (coord.) (2012): El pueblo quiere que caiga el régimen. Protestas sociales y conflictos en África del norte y en Medio Oriente, El Colegio de México, México