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Lisandro Rappetti

Arte en la URSS

En este trabajo me abocaré a la descripción del arte en la revolución rusa, pasando por parte de su iconografía más característica, su arte panfletario y haciendo hincapié en una importante baza de su fundamento ideológico, el constructivismo. No se tratará de un trabajo exhaustivo, será más descriptivo pero, con fuerte hincapié en sus fundamentos ideológicos.


Antes de ello sin embargo, es importante señalar algunas consideraciones que son pertinentes al respecto. En sentido estricto marxista leninista, se considera que la economía y la política no están divorciadas de la cultura. Es decir que resulta imposible contraponer la cultura a la política, ya que la primera abarca también a la segunda y, tampoco se consideraba que se podía oponer la economía a la cultura, porque la economía forma parte de ella. Ya que tenemos que considerar por supuesto que como cultura se consideraba el vasto de la vida material. Por consiguiente como la vida material incluyendo a la economía en la ex URSS no dependía solamente de un hombre (¿o si?) o de un conjunto de ellos, sino de una organización política que se encuadraba dentro de un partido, la cultura, el arte, empezó a ser objeto de cuestionamientos permanentes.


Entonces la pregunta sería… ¿es posible que la dictadura del proletariado incida sobre la dirección, ritmo, carácter y desarrollo de la cultura como se hacía o hace bajo un Estado liberal? Llegaríamos a la conclusión que por supuesto esto no ha de ser posible, ya que el mismo gobierno del proletariado es parte de la cultura dominante y está en simbiosis con ella. Y esto en directa contraposición con la concepción liberal del arte, que considera los intercambios en este ámbito, como una parte más de las transacciones económicas que en el capitalismo se desenvuelven por la decisión libre de particulares que las intercambian. Por consiguiente, la cultura dentro de un Estado capitalista, se desarrolla de forma libre y espontánea, dando como resultado que el liberalismo político se refiriese al arte de la misma manera que caracteriza a la sociedad y a su base económica.


Así las cosas, en la ex URSS se consideraba que el Estado burgués al ser el dominio de una minoría sobre una mayoría, no consideraría al arte como una catarata de libre desarrollo, ya que en determinado momento este se pondría a las órdenes de la clase subalterna al ser la mayoría numérica en el Estado nacional donde funcionase. Contrariamente, se pensaba que el arte proletario incorporaría al mundo de las artes a las masas obreras atrasadas, intentando hacer de ellos hombres iguales en todo sentido en el conjunto social.


La URSS esperaba principalmente el desarrollo del arte como ideología y en el mismo sentido, la preocupación por lograr un verdadero arte proletario. Y esto era una inquietud muy genuina, ya que el proletariado no estaba en las mismas condiciones que la burguesía a la hora del proceso revolucionario. La burguesía pudo promover a sus artistas sin grandes esfuerzos, porque estos se encontraban en condiciones materiales más óptimas que el proletariado ruso.


Y así como Max Stirner[1] creía en su afirmación que el artista era una individualidad creadora insustituible y única, Marx y Engels opinaban que esto no era necesariamente correcto. Consideraban que las individualidades geniales podían ser reemplazadas por la individualidad colectiva. Ahora, los autores advirtieron sobre los peligros de construir un mecanismo hermenéutico que redujese la interpretación del arte a una serie de fórmulas que conecten la super estructura con la estructura a través del mismo (arte). Referida a la visión más gramsciana de la conexión entre las estructuras del conjunto social por medio de la cultura.


A su vez, consideraban como antes insinuamos, que el capitalismo crea las condiciones para el desarrollo del arte, pero a la vez crea un sector alienado de su existencia y comprensión. Por otra parte, la existencia de un grupo privilegiado de hombres (artistas) no es más que la consecuencia lógica de la división del trabajo, por lo tanto cuando se hace referencia al talento del artista, nos referimos a los sectores involucrados en dicha obra.


Y tampoco todo fue un lecho de rosas para el marxismo y sus seguidores con respecto al arte, Yuri Plejanov en su batalla contra “el arte por el arte”[2] se movía en un esquema rígido que no le permitía comprender las transformaciones que se estaban produciendo en el ámbito cultural. Y de alguna manera trasladaba al materialismo la categoría positivista rígida que había sido llevada a cabo por Taine[3]. Se trataba al Cubismo a base de improperios de la misma manera que era tratado por la crítica burguesa.


Así las cosas, en palabras de Lunacharski[4], las tareas que deben preocupar al conjunto del partido son indicar en qué dirección deben encaminarse las fuerzas artísticas, el talento, la creatividad, en conjunto era como la conclusión lógica del pensamiento socialista.


Entonces la cuestión pasaba por interpretar que es el arte revolucionario, porque parece sumamente difícil una simple contraposición a lo que llamamos arte Burgués. Finalmente se decidió por un arte dinámico, por el movimiento tumultuoso que tenía la revolución, que emparejaba facetas y comparaba.


Sin duda no es el cubismo[5] y, en este sentido, en la preservación del patrimonio cultural, tampoco fue tarea fácil la preservación de obras de arte de los antiguos museos zaristas[6].


Se ha repetido muchas veces que no era la misión del gobierno revolucionario la imposición por la fuerza de la dirección del arte, en palabras de Lenin… ”El arte pertenece al pueblo. Sus raíces deben hundirse en lo más profundo de las masas trabajadoras. El arte debe ser accesible a las masas. Debe concitar los sentimientos, los pensamientos y la voluntad de las masas y elevarlas. Debe despertar y desarrollar su sentido artístico”[7]. Ahora la solución pretendida tampoco se extendía más allá de los límites del convencimiento, cuestión que a los viejos artistas parecía ponerlos en contradicción con sus aspiraciones personales. Pues lo que se deseaba por parte de los revolucionarios, es la materialización en el arte de las nuevas pasiones y poderosas vivencias que se sucedían en la revolución. Y no solamente el arte para su uso contemplativo, pues el arte en manos de los revolucionarios es una potente arma de propaganda y, la revolución procuró estos fines que el arte se le adaptara.[8]


En función de la propaganda rusa, el constructivismo es un movimiento de suma importancia, surge en Rusia en 1914 y, se hizo especialmente presente después de la Revolución de Octubre. Es un término de uso frecuente hoy en el arte moderno, que separa el arte "puro" del arte usado como instrumento para propósitos sociales, a saber, la construcción del sistema socialista. El término Construction Art (arte de construcción) fue utilizado por primera vez en forma despectiva por Kasimir Malevich[9] para describir el trabajo de Alexander Rodchenko[10] en 1917.


La base de enseñanza para el nuevo movimiento fue puesta por el Comisariado del Pueblo para la Educación (o Narkompros) del gobierno Bolchevique, a cargo del Ministerio de Cultura y Educación dirigido por Anatoli Lunacharski que suprimió la vieja academia de Petrogrado[11] de Bellas Artes y la Escuela de Moscú de Pintura, Escultura y Arquitectura en 1918. La oficina artística del Comisariado funcionó durante la Guerra Civil rusa principalmente dirigida por futuristas, que publicaron el diario “Arte de la Comuna”.


El centro del constructivismo en Moscú residía en Vkhutemas: la escuela para el arte y el diseño establecida en 1919 recibió fuertes críticas de Gabo[12], quien señaló más adelante que la enseñanza en la escuela fue orientada más a la discusión política e ideológica que en la creación artística.


La obra canónica del constructivismo fue la propuesta de Tatlin para el Monumento a la III Internacional (1919) que combinaba una estética de máquina con componentes dinámicos que celebraban la tecnología, como los reflectores y las pantallas de proyección. Gabo criticó públicamente el diseño de Tatlin diciendo… “O se crean casas y puentes funcionales o el puro arte por el arte, pero no ambos”. Esto llevó a una división importante dentro del grupo de Moscú en 1920, cuando el Manifiesto Realista de Gabo y Pevsner afirmó la existencia de un núcleo espiritual para el movimiento. Esto se oponía a la versión del constructivismo adaptable y utilitaria que sostenían Tatlin y Rodchenko. La obra de Tatlin fue inmediatamente alabada por artistas en Alemania como una revolución en el arte: una foto de 1920 muestra a George Grosz y John Heartfield sosteniendo una pancarta diciendo 'El arte está muerto´ - Larga vida al arte de la máquina de Tatlin, mientras que los diseños para la torre se publicaron en la revista de Bruno Taut Fruhlicht.



Así como estuvieron envueltos en trabajos de diseños industriales, los Constructivistas trabajaron en festivales públicos y diseños de carteles callejeros para el gobierno de la revolución Bolchevique post-Octubre. Quizás el más famoso de esos se dio en Vitebsk, donde el grupo UNOVIS de Malevich pintó placas de propagandas y edificios (el más conocido era el poster de Lissitzky: Golpea a los blancos con la cuña Roja (1919). Inspirado por la declaración de Vladimir Mayakovsky "las calles nuestros pinceles, las plazas nuestras paletas", artistas y diseñadores participaron en la vida pública durante la Guerra Civil.


Una instancia determinante fue el festival propuesto para el congreso del Comintern en 1921 por Alexander Vesnin y Liubov Popova, que reensamblará las construcciones de la exhibición OBMOKhU así como realizará trabajos para el teatro. Hubo un gran momento en este período entre el Constructivismo y el Proletkult, cuyos ideales concernieron en la necesidad de crear una estructura cultural completamente nueva y acorde a los Constructivistas. En suma algunos de los constructivistas estuvieron fuertemente envueltos en la "Ventana ROSTA", una campaña de información pública Bolchevique alrededor de los años 20. Algunos de los más famosos de esta fueron el pintor y poeta Vladimir Mayakovsky y Vladimir Lebedev.


Entre las principales características del constructivismo ruso podemos señalar:


• El constructivismo responde a una necesidad de alumbrar una nueva era para la humanidad. Los representantes de las corrientes se esfuerzan por imponer su estilo personal a salas de exposición o a interiores.


• Se observa una voluntad de no limitarse a crear objetos de arte, sino también de extender lo que aparece en el cuadro al conjunto del espacio. Finalmente, se puso de manifiesto a través de películas cubo-expresionistas.


• Acumulan cosas que encuentran en la naturaleza, abren pasillos sin salida y combinan

visiones transversales de carácter irracional, una necesidad semejante a la de los montajes de los surrealistas parisienses. Más aún que la suma de objetos expuestos, esos montajes corresponden a lo que hoy recibe el nombre de “entornos”.


• El origen más auténtico y más importante de esta forma de arte está representado por el espacio.

El término está formado por las primeras letras de una declaración que significa “fundación de formas nuevas en el arte”.


• Su estilo se basa en líneas puras y formas geométricas.


• En su elaboración emplean materiales simples.


• Los representantes no ven sus obras como arte, ni pretenden que éstas reciban ese título.


• Le dan relevancia a la técnica con la que se va elaborar el producto y el proceso que éste lleva.


• La funcionalidad debía de ser aplicada porque se creía importante que el arte debía de ser algo para que la gente lo entendiera y con diferentes tipos de utilidades para la sociedad. Por lo tanto, Tatlin hizo una fusión de diseños y sus construcciones, llegando a ser un diseñador poderoso, en donde sus productos llegaron a formar un nuevo orden estético.


Finalmente podemos decir que el constructivismo, por tratarse de un movimiento en el que predominaba lo tridimensional, se destaca mucho lo que es la escultura, la arquitectura y el diseño industrial en sí, en donde se recurría a la elaboración de los productos con materiales modernos, de donde utilizaron líneas puras para reforzar la naciente estética del funcionalismo La corriente se dedicó al diseño de muebles e indumentaria, decorados teatrales y exposiciones


Lisandro Rappetti.



Citas


[1] Stirner Max: Seudónimo, nombre verdadero Johann Kaspar Schmidt (Bayreuth, 25 de octubre de 1806 - 26 de junio de 1856), fue un educador y filósofo alemán cuyas posturas profundizan en el egoísmo o solipsismo moral. Sus reflexiones filosófico-políticas sobre el individuo soberano sirven de base para al menos una parte importante del anarquismo.


[2] Plejanov Yury: (1856-1918) fue el introductor del marxismo en Rusia. Es un pensador que abarca temas de todos los campos. En el terreno de la Historia ayuda a fijar los principios del materialismo histórico.


[3] Taine Adolphe Hippolyte: (Vouziers, Ardenas, 21 de abril de 1828 – París, 5 de marzo de 1893) fue un filósofo, crítico e historiador francés; es considerado uno de los principales teóricos del naturalismo.


[4] Lunacharski Anatoli: Nació en Poltava Ucrania el 11 de noviembre de 1875. Muere en Menton, Francia; 26 de diciembre de 1933) fue un dramaturgo, crítico literario y político comunista ruso.


[5] Cubismo: El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque, Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay y Juan Gris. Es una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional.

El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L' Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de «cubismo». El cubismo literario es otra rama, la cual se expresa con poesías cuya estructura forma figuras o imágenes que ejemplifican el tema, estas no están con métricas, ni versos (la rima es opcional).



[6] En relación a este tema Lunacharsky decía que era muy difícil conservar los patrimonios culturales en la antigua URSS, debido a que la población tenía un odio acumulado hacia el Zarismo muy extendido y consideraba todo patrimonio con parte de la dictadura por la cual era sometido.


[7] Lenin: Sobre la tesis de feuerbach.


[8] Sobre este tema al final del trabajo se presentan exposiciones.


[9] Kazimir Severínovich Malévich: Nació el 11 de febrero de 1878, Kiev - 15 de mayo de 1935, Leningrado) fue un pintor ruso,1 2 creador del suprematismo, uno de los movimientos de la vanguardia rusa del siglo XX.


[10] Aleksandr Mijáilovich Ródchenko: Nació en San Petersburgo 5 de diciembre de 1891 — Moscú, 3 de diciembre de 1956) fue un escultor, pintor, diseñador gráfico y fotógrafo ruso catalogado como de los artistas más polifacéticos de la Rusia de los años veinte y treinta. Fundador, entre otros, del constructivismo ruso.


[11] Petrogrado: En la actualidad San Petesburgo.


[12]Naum Gabo: (5 de agosto de 1890 - 23 de agosto de 1977) era un escultor prominente del Constructivismo, así como un pionero del Arte cinético. Nacido con el nombre de Naum Neemia Pevsner, lo cambia para evitar la confusión con su hermano mayor, Antoine Pevsner. Su principal influencia ha sido en Gran Bretaña dónde vivió en los años 1930 y presentó el Constructivismo a una generación de artistas como Barbara Hepworth, Ben Nicholson, Victor Pasmore o Peter Lanyon que vinieron a dominar las artes visuales de postguerra.


Bibliografía Utilizada


-Arnheim, Rudolf: “Arte y percepción visual” Nueva versión. Editorial Alianza Forma.


-Bozal Valeriano y otros: Historia de las ideas estéticas y de las teorías contemporáneas. La balsa de la meduza.1999.

-Danto, Arthur: Analytical Philosophy of History, Cambridge Univ. Press, 1965.


-Essers, V: «La modernidad clásica. La pintura durante la primera mitad del siglo XX», en Los maestros de la pintura occidental, volumen II, Taschen, 2005.


-Guilbaut Serge: Como Nueva York moldeo el arte moderno. Universidad de Chicago. 1987.


-Hatje Gerd: Diccionario ilustrado de la arquitectura contemporánea. Editorial Gustavo Gili. 1980.


-Lunacharski Anatoli: Las artes plásticas y la política en la Rusia Revolucionaria. Biblioteca breve de bolsillo. 1969.


-Pellegrini Aldo: Nuevas tendencias en la pinturas. Muchnik Editores. 1967.


-Preckler, Ana María: Historia del arte universal de los siglos XIX y XX, Complutense, 2003.


-Smith Lucie Edward: Movimientos en el arte desde 1945. Emecé Editores. 1979.


-El pensamiento estético de Theodor W. Adorno. Madrid: Cátedra, 1998.


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